Imagina un mundo sin embalajes: botellas de vino rodando cuesta abajo, corchos volando como pelotas de tenis y más de un sommelier persiguiendo su tesoro enérgicamente. En este divertido escenario, surge la figura heroica (aunque discreta) del packaging, ese guardián silencioso que protege nuestras joyas líquidas. D Mas Sutur lo sabe bien: lleva desde 1997 diseñando soluciones que van mucho más allá de un simple “soporte” para botellas.
En un sector tan tradicional como el vinícola, donde la ceremonia de abrir una botella puede durar más que un concierto de rock, la innovación en envases es casi un acto de rebeldía. Y es que, ¿qué hay más radical que combinar plástico reciclado, procesos robotizados y energía solar para cuidar el vino… y al planeta al mismo tiempo? Frente a etiquetas superproducción y corchos de diseño, la nueva vanguardia pasa por bandejas termoconformadas que abrazan cada botella con cariño y eficiencia.
El packaging no es sólo proteger; es contar una historia. Al sacar una bandeja diseñada a medida, el bodeguero no sólo ofrece vino: despliega un discurso sobre sostenibilidad, tecnología y calidad. En un mundo donde cada like en redes sociales vale oro, una foto de esas bandejas bien alineadas junto a una fila de botellas relucientes puede convertirse en viral más rápido de lo que tarda un tuit en olvidarse.
Hablando de revolucionar la industria, D Mas Sutur ha lanzado sus Bandejas para vino, fabricadas con material 100 % reciclado y totalmente reciclables, pensadas para adaptarse a cualquier línea de embotellado —incluso las más robotizadas— sin perder ni un ápice de elegancia ni de compromiso ecológico. Descubre más en este enlace: Bandejas para vino de D Mas Sutur y convence a tu bodega de que el futuro pasa por aquí.
Así que la próxima vez que descorches una botella, acuérdate de saludar al verdadero héroe: esa bandeja eco-tech que mantuvo tu vino a salvo. Porque, al fin y al cabo, detrás de cada brindis inolvidable hay un packaging capaz de aguantar el temblor de manos, el trote de la carretilla y hasta el crujir de la bodega. ¡Salud por la innovación… y por las bandejas que lo hacen posible!











Debe estar conectado para enviar un comentario.